Pobreza y abandono del campo
Demetrio Rojas S.
En Cedral, municipio de San Luis Potosí, en la zona del Altiplano, el 29 de enero del presente, el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) presentó el programa “Canasta Básica”. Al respecto dijo “este programa, que consiste en ofrecer una canasta de alimentos básicos a precios bajos, para que la gente pobre, la gente humilde, pueda comprar estos productos y nadie en México padezca de hambre, de desnutrición.”
Enfatizó: “Este es un programa muy humano para que podamos combatir el hambre, que se combata la desnutrición y no se padezca de la injusticia de no tener lo más elemental, lo básico, que es la comida.”
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), se autodefine como “un organismo público descentralizado de la Administración Pública Federal, con autonomía y capacidad técnica para generar información objetiva sobre la situación de la política social y la medición de la pobreza en México, que permita mejorar la toma de decisiones en la materia”; dice que la medición de pobreza a nivel nacional en 2016, era de 43.6%, traducido en 53.4 millones de personas, de entre ellas se encontraban 9.4 millones en pobreza extrema, es decir, el 7.6%.
De ahí la importancia de atender ese problema tan elemental como vital para erradicar más que la pobreza, la desnutrición de gran parte de la población, lo que con ello se transformará en lo que pudiera considerarse como un lastre para la población, o mejor dicho, el resultado de una política equivocada o delineada para ello, en una base sólida para lograr un desarrollo para el individuo y la sociedad.
Hubo más en ese anuncio de AMLO,” se va a apoyar también a los productores que van a recibir una ayuda para que siembren. De manera directa, van a recibir un apoyo de acuerdo al número de hectáreas que tengan. Y entre menos tierra tengan, entre menos hectáreas tengan, más van a recibir, porque esa es la justicia. ¿O no creen ustedes que esa es la justicia, darle más al que tiene menos? No puede haber trato igual entre desiguales”.
Esto último implica dos cosas, por una parte, apoyar a los campesinos, quienes son los que producen los alimentos que se consumen diariamente, son quienes mantienen la vida de los que habitan en la zona urbana o que se dedican a otras actividades diferentes a la producción de alimentos provenientes de la tierra, y que generalmente no valoran la importancia de los hombres y las mujeres que trabajan la tierra precisamente; por la otra, ser autosuficiente alimentariamente.
Dijo el Presidente que ese programa “trata de 40 productos, alimentos que van a ayudar mucho a la gente que vive en las comunidades, en los pueblos, en las colonias marginadas, pobres de México.” Abundando que “tiene la ventaja que cuenta con un buen sistema de abasto, lo que se conoce todavía como las tiendas y los almacenes Diconsa y las lecherías de Liconsa, (por lo que) ahora se unen Diconsa y Liconsa, y se está creando esta nueva empresa con dimensión social, que es la de la seguridad alimentaria.”
En ese contexto, el Presidente se refirió al otro programa que se inició en Zacatecas, el de “Precios de Garantía para los Productos del Campo”. Al respecto externó: “el que produce maíz, el que produce frijol, en San Luis Potosí va a tener un precio justo, va a llegar al almacén y se le va a pagar bien por su maíz, cinco mil 600 pesos por tonelada; por el frijol, 14 mil 500 pesos la tonelada. Todo esto para apoyar al productor, porque queremos que se produzca en México lo que consumimos”.
Parte del problema que se padece en México es que se abandonó al campo, se prefirió comprar en el extranjero los alimentos básicos que se consumen, en lugar de apoyar la producción; se compra maíz en el extranjero, cuando el maíz es originario de México “Ya sea que el maíz se haya originado del teosinte o que el teosinte y el maíz se originaron separadamente, hay un hecho indiscutido y es que el germoplasma del teosinte ha introgredido extensivamente en el del maíz durante su evolución y domesticación en México”. (R.L. Paliwal en http://www.fao.org/docrep/003/x7650s/x7650s03.htm).
Bien puede decirse que se ponen las bases para llegar a la autosuficiencia alimentaria, que es, o debe de ser, uno de los objetivos prioritarios de toda nación; la alimentación de su población. Si antes se ha preferido a los industriales, a los financieros, ahora es tiempo del Campo. Y falta mucho para recompensarlo.
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