Sin previo aviso 

Demetrio Rojas S. 

Entre los 25 proyectos estratégicos propuestos por el presidente de México “para impulsar el desarrollo y lograr el renacimiento de México”, se encuentran nueve programas de posibles beneficiarios que van destinados a jóvenes, ya sea como aprendices o como estudiantes de nivel superior, becas a quienes estudian a nivel medio superior,   pensiones para adultos mayores a los 68 años  quienes adolecen de alguna discapacidad y son de escasos recursos. 

Asimismo, es el medio rural se aplicará el Crédito ganadero a la palabra  la Producción para  el bienestar, precios de garantía y canasta alimentaria, se aplicará el Desarrollo urbano en colonias marginadas y, de forma mixta, Microcréditos para el bienestar; de manera especial está el Plan de reconstrucción para damnificados  del sismo de septiembre de 2017 

Durante la conferencia matutina del pasado lunes 28, Andrés M. López O. (AMLO) dijo que “vamos a dispersar como 300 mil millones de pesos con tarjeta” agregando que será referenciado y personalizado, que no se va a entregar dinero en efectivo ni a través de intermediarios. 

Lo anterior resulta relevante, tanto para los beneficiarios como para la sociedad en general;, los primeros, porque recibirán las aportaciones de manera íntegra y real, ya que no tendrán que “aportar” ninguna cantidad a favor de alguno de sus representantes, gestores, dirigentes o líderes –quienes se quedaban con un porcentaje por “el trámite”, si no es que con todo el recurso público-; la sociedad en general se beneficia desde el momento en que el sujeto beneficiado recibe el recurso económico pues, se supone, lo utilizará a su favor, lo que descargará determinados servicios públicos (alimentos, medicina, hospital, delincuencia, cárcel, por ejem.) que sin él tendrían que acrecentarse. 

Pero más allá de lo económico, se estaría en la satisfacción personal, del individuo beneficiado, quien se sentirá apoyado y estimulado para hacer más y mejores cosas en su ámbito de estudio o trabajo. 

Por el contrario, quienes se verán frustrados, son aquellos (y aquéllas, diría el clásico)que se sienten dirigentes  y que no solo se arrogan la representatividad sino la personalidad misma de un grupo determinado de ciudadanos para realizar un sinfín de hechos y actos para beneficio propio y que son derivados, incluso, a favor de otros, como lo serían los “políticos”, quienes a través de la repartición de los recursos públicos, utilizados como propios, pretenden obtener el voto político popular para su beneficio. 

Y dice AMLO “Entonces, elaborar esta nueva mecánica, que el beneficiario reciba el apoyo de manera directa, es de la Tesorería al beneficiario sin pasar los recursos por la estructura administrativa, ni por las organizaciones.” Implica que las organizaciones tradicionales que cooptaban afiliados mediante la tramitación para la obtención de recursos públicos a cambio de obtener el voto político para  preservar en el poder a un grupo o individuo, tendrán que rehacerse o desaparecer. 

Es cierto que la unión hace la fuerza, pero no da la razón; y es aquí y ahora en que quienes militan en organizaciones sociales, deben de refundar su organización, darle ese sentido social que tiene y no dejarse embaucar por los “dirigentes” que solo persiguen beneficios personales. Esa razón de ser de la organización ciudadana que trasciende los beneficios particulares, ya se trate de trabajadores de la ciudad o de la zona rural, de uno u otro oficio, de tal o cual cultivo, de si es artesano o es artista, implica integrase a la sociedad donde todos  cada uno son importantes para ella, y por lo cual, se debe aportar lo mejor de cada cual a beneficio de la misma, ya sea de manera individual y/o colectiva. Las organizaciones son parte de la sociedad. 

Y como sociedad se debe rehacer, ejercitar los derechos, usar la libertad sin estropear los derechos  y libertades de otros,  sobre todo, sin delinquir. 

Las organizaciones sociales que han sido parapartidistas están condenadas a desaparecer, si no tienen la capacidad de reinventarse, el individuo que no requiera ya de su intermedio la abandonará sin previo aviso. 

Los partidos políticos que atraían a los ciudadanos, no por sus principios e ideología, no por su programa de acción, sino por una despensa o una cobija, verán reducido su número de afiliados  las cúpulas partidistas se verán menguadas en sus aspiraciones y posiciones políticas. 

Buena acción la de López Obrador. 

demetriorojass@live.com.mx