Mario CASTELLANOS ALCAZAR

REMOLINO POLITICO                      El problema de la emigración  de los centroamericanos a México y a los Estados Unidos de América refleja el estatus económico, político, social  y la falta de políticas públicas para combatir dicho fenómeno, que por cierto se complica ideológicamente cuando no se canaliza por la vía de nuestras leyes y tratados internacionales..

         Este es el caso de los tres mil 500 migrantes hondureños que vienen en caravana de su país para cruzar el territorio mexicano y pasar a los Estados Unidos de América, por cierto muy espectacular y con tintes políticos desde Honduras y de paso por México y el vecino país del norte en cuyas nacionalidades se asimila de acuerdo a las ideologías,  lo que por cierto pone en entredicho las relaciones públicas, la identidad, la diplomacia pero también las diferencias históricas que trastocan el respeto a los derechos humanos y cuando existe la supremacía brota a flor de piel la discriminación, la fobia y la filia, que es lo que está pasando en este caso. 

    Esto es lo que está ocurriendo en estos momentos entre Estados Unidos de América y México en donde la relación diplomática de ambos pende de un hilo sino se encausan las relaciones internacionales, pues estos países tienen diametralmente  conceptos muy diferentes de lo que es el trato de los migrantes y se van, en el caso del vecino país del norte por la vía de la fobia   como lo está haciendo el presidente Donald Trump, belicoso por siempre, quien no duda con cerrar la frontera con México para matar dos  pájaros con la misma pedrada. 

         Me refiero a los mexicanos que no son pocos los que cruzan la frontera de Norteamérica y ahora para atajar a los hondureños que quieren llegar al  país del norte en busca de trabajo y asilo, pero Trump les dice no, ni queriendo y van para atrás al grado que advierte que militarizará la frontera con México, lo quieran o no lo quieran, porque a decir del magnate los hondureños son criminales potenciales que no mancharán la imagen de los estadunidenses, que por supuesto no están libres de todo pecado, pues también en su misma tierra existe la discriminación racial entre blancos y negros, pues no todos están de acuerdo con el levantamiento del muro cacareado por el mesías que ya está viendo que se le cae el poder precisamente este seis de noviembre en las elecciones intermedias de representantes populares. 

         En este tenor Trump y el presidente electo de México Andrés Manuel López Obrador a quien le tocó bailar con la más fea en el pleno proceso de la transición del poder que será el uno de diciembre próximo ya no ve lo duro sino lo tupido y no le queda otra más que apaciguar el conflicto por el bien de México y para mantener la aparente relación con el presidente gringo, quien ya le dio órdenes al presidente mexicano Enrique Peña Nieto para que atajara a los hondureños y por supuesto no los deje pasar en la frontera con Guatemala pese a que ya están en territorio mexicano y sujetos a las sanciones administrativas para ser deportados a su Honduras mal querido. 

      Ahí está la discordia entre ambos gobiernos que son parte de dicho problema, en este caso, porque México vive en carne propia los abusos de Donald Trump, pues cuantas veces los indocumentados mexicanos han sido recriminados violentamente y sin bien les va, son repatriados sin respeto alguno de los tratados internacionales. 

    Menos mal que el presidente Enrique Peña Nieto ya va de salida pero Obrador se vio obligado a manifestar que México es hospitalario y por consiguiente ofrecerá trabajo, seguridad, visas y asilo a los centroamericanos.  

        COMENTARIOS. 

        BUROCRATAS.-  El Presidente de Movimiento Unificador Democrático Sindical,(MUDS) Constantino de Jesús Valeriano hizo un llamado al Comité del Sindicato de los Trabajadores al Servicio de los Tres Poderes del Estado a que expida la convocatoria para los efectos de reformar el estatuto de este organismo que data del año 1978 con la participación de todos los trabajadores, cuya finalidad es normar y regir la vida sindical de los burócratas, pero también condenó a un grupo minoritario de maniobreros y agitadores encabezados por el ex dirigente Joel Castillo Pérez, quien está incitando a la base para analizar, discutir y en su caso aprobar el nuevo estatuto para lo cual convoca a  una reunión en la ciudad de Zacatlán de las Manzanas Estado de Puebla en donde quiere dar su madruguete pero no tiene facultades además que lo hace con fines de lucro, pues está cobrando mil 500 pesos por el transporte, comida y hospedaje de cada asistente pese a que a él lo patrocina el gobernador Murat. Esto está causando un gran repudio al actual dirigente, Juan Ignacio Cruz Villavicencio, quien no tiene poder de convocatoria.         

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