REMOLINO POLITICO
MURAT Y BOLAÑOS PISOTEAN LA JUSTICIA
En materia de justicia, Oaxaca padece un gran rezago agravado en la administración del gobernador Alejandro Murat Hinojosa y del Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Raúl Bolaños Cacho Guzmán, quienes tratan de desaparecer el Consejo de la Judicatura por una Junta Administrativa, Vigilancia y Disciplina, por situaciones políticas y revanchismo en contra de la administración del ex gobernador Gabino Cue Monteagudo.
Tal parece que la aplicación de la justicia sigue siendo en talón de Aquiles, que el gobierno estatal no han podido superar ante la crisis del poder, pues sirve a las autoridades encargadas de la procuración de la justicia para cubrir sus intereses partidistas, sectarios y personales, de tal manera que ya basta de tanto libertinaje y en consecuencia es la hora de acabar con los cotos de poder, aplicando el estado de derecho a los que infrinjan el derecho de los demás.
El derecho de la aplicación de la justicia se ha agravado a más no poder en la presente administración del gobierno de Alejandro Murat Hinojosa y no es que se trate de un complot en contra de su mandato, pero en realidad se ha tergiversado el derecho constitucional que tienen los oaxaqueños para vivir mejor y sin temor de ejercer sus actividades cotidianas sin tener que lamentar la violación de sus libertades, mucho menos a terceros.
La interrogante es en el sentido de cómo es posible que se garantice la aplicación de justicia si quienes la aplican no la ejercen, ni la conoce o ellos mismos la infringen al tenor de los vaivenes políticos de acuerdo a los compromisos con los violadores de la misma, de los grupos, organizaciones sociales y políticas que muchas veces representan los grupos de choque que el gobernante en turno los utiliza para llevarlo, mantenerlo y conservarlo en el poder por el poder.
No hay nada más ominoso que en el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Oaxaca haya notables intereses de los grupos en el poder y en consecuencia el titular de esta institución clave para la procuración de justicia, Raúl Bolaños Cacho Guzmán se haya convertido en mercenario del estado de derecho y en consecuencia esta en litigio ante los tribunales federales para rescatar lo indefendible, en este caso desechar el Consejo de la Judicatura del Tribunal Superior de Justicia creado en el año 2011 en la administración del ex gobernador Gabino Cué Monteagudo, lo que por cierto tiene un matiz netamente político pero grandes intereses políticos, económicos y sociales que ya están repercutiendo en la vida de los oaxaqueños.
En el lugar del Consejo de la Judicatura se creó la Junta de Administración, Vigilancia y Disciplina del Poder Judicial del Estado de Oaxaca, órgano a fines de Bolaños Cacho Guzmán porque va de acuerdo a sus intereses mezquinos a tal grado que está dispuesto a violar los derechos a los magistrados a quienes acosa con despedirlos, claro, con el visto bueno del Ejecutivo del Estado, bajo compromisos políticos hasta de llevar al hijo del primer magistrado, Raúl Bolaños Cacho Cué al senado de la República Mexicana.
Esto luego de que la LXIII Legislatura del Estado de Oaxaca que contó con el apoyo de los legisladores priistas y los maniquís del PAN y el PRD, aprobó el pasado 31 de julio en favor de la desaparición del Consejo de la Judicatura del Tribunal Superior de Justicia con 31 votos a favor y siete en contra, pero es menester recordar que todo se hizo por consigna del gobierno estatal de Murat.
Resulta que de último momento el juez XI de Distrito de Oaxaca confirmó que no desaparecerá del Consejo de la Judicatura y por consiguiente desecha el acuerdo del Congreso del Estado por considerar que este órgano legislativo actúo fuera de todo derecho y sin argumentos válidos de peso mayor más que con el ánimo político y al fragor de los intereses políticos, económicos y sociales, que no es más que corrupción viva de las autoridades en turno.
Por lo visto que el Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Raúl Bolaños Cacho Guzmán se quedó de a tres en su intento de desaparecer el Consejo de la Judicatura, pues era para él un obstáculo para sus intereses políticos y sectarios, pues esta figura es un contrapeso al exceso de sus atribuciones para hacer y deshacer en materia de justicia, como ya lo estamos viendo hay un vacío de poder.
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