REMOLINO POLITICO 

La geografía política de Oaxaca dio un giro de 360 grados   , de polo a polo y en todos los rincones de la entidad oaxaqueña, como resultado de las elecciones del Presidente de México, senadores, diputados y presidentes municipales, que enterró al PRI, PAN y PRD, entre otros partidos de la chiquillada, que fueron socavados por MORENA, que llevó en coalición al Partido del Trabajo, PT y al Partido Encuentro Social, PES. 

El cambio radical se verá a partir de septiembre próximo cuando se integre la LXIV Legislatura del Estado, integrada por 42 diputados, de estos 25 de mayoría y 17 de representación plurinominal, distribuidos de la siguiente manera: MORENA, 32 diputados; PRI, 6; PAN, 1; PRD, 1; PVEM, 1 y PANAL, 1. Los 10 diputados federales, de igual número de distritos electorales, fueron para MORENA.  

Lo anterior viene a dar un cambio profundo y radical al espectro político de la entidad oaxaqueña, que desde luego cambiará la geografía política y la vida misma de los oaxaqueños, “que vivirán con más certidumbre y confianza, pues los representantes populares dictaminarán leyes más justas y equitativas para el bien y el desarrollo de los oaxaqueños, sobre todo los marginados que no tiene la seguridad social, política y económica”. 

El eje de la política democrática y de igualdad social, que tiende abatir la corrupción y la impunidad, no solo en Oaxaca , sino a nivel nacional, estará regida por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien a partir de diciembre del presente año encabezará un gobierno de corte socialista, basado en la equidad y la justicia social, lo que se reflejará en las entidades de la nación mexicana, pero sobre todo en las más marginadas y olvidadas por la federación, que como Oaxaca, han vivido en la pobreza extrema y limitadas de recursos para su vital desarrollo. 

En Oaxaca, los diputados locales, como federales, serán adversarios  del gobierno priista que encabeza Alejandro  Murat Hinojosa, quien pese a tener que gobernar por los cuatro años que le faltan, con transparencia y rendición de cuentas de los recursos que obtenga de la federación, tiene que hacer una revisión y los cambios necesarios de sus  servidores públicos, que a la fecha, no le han dado resultados, y asimismo, cambiar o ajustar los programas sociales, los ejes de su administración y hasta su plan de trabajo, desde luego, más austeridad y recato en el gasto público para optimizar los recursos y el mayor rendimiento con la finalidad de hacer más con menos, de tal manera, que las obras públicas tengan acceso a todos los sectores de la población. 

Desde luego, que si los diputados  morenistas, locales y federales de Oaxaca cumplen con su responsabilidad en el cuidado y el manejo de los recursos económicos de la federación y hacen uso de los métodos de revisión de los presupuestos, empezando por ellos mismos, no se repetirán los  escandalosos fraudes millonarios, que ya se empiezan a asomarse en la presente administración gubernamental, pues no se ve claro en donde  se están destinando los 101 mil millones de pesos, que en el presente año destinó la federación y asimismo el gobierno estatal regresó al Gobierno Federal 250 millones de pesos por el mal ejercicio de la programación del gasto público. 

El detalle, la manzana de la discordia y la discusión, la harán los diputados en la asignación de los presupuestos de egresos e ingresos, que el gobierno de Murat envía al Congreso del Estado para su aprobación, que se utiliza en el gasto público, incluyendo las diversas áreas del desarrollo social, como son educación, salud, seguridad, el agro, infraestructura y gastos corrientes, de los que hay duda en su aplicación , debido a que los diputados priista de la actual LXIII Legislatura del Estado son mayoría y por supuesto están bajo el mando del mandatario oaxaqueño y aprueban las leyes e iniciativas  con plena facilidad. 

En este aspecto las comunidades marginadas tendrán más acceso a las peticiones de sus demandas legítimas, pensando, a que se verán favorecidas sin ninguna restricción y con menos burocratismo por parte del aparato gubernamental, seguramente,  porque se va actuar con  mayor escrupulosidad, transparencia y democracia, lo que permitirá un clima de seguridad y por supuesto, que se reducirá la corrupción, que tiende a llegar a cero, pues primero están los intereses del pueblo. 

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